miércoles, 20 de agosto de 2008

Bigfoot y la serpiente del verano


A pesar de que los periódicos ya no son lo que eran sigue manteniéndose viva la tradición de las "Serpientes del verano". Estoy seguro de que ésta era una asignación importante en la vida de todo periódico. El director se la encargaría al periodista más imaginativo o con mejor sentido del humor y serviría para mantener entrenidos a los lectores durante el mes de Agosto, cuando es notorio que no ocurre nada, precisamente porque los periodistas están de vacaciones. ¿Por qué? Pues por la misma razón por la que un árbol que cae en mitad del bosque no hace ruido si no hay nadie para oírlo.

Nos imaginamos a los lectores buscando ávidamente cada mañana la historia de la serpiente. El inteligente periodista la desarrollaría día a día describiendo la geografía, las costumbres del país lejano, los diferentes testigos, hasta dejarla caer en el olvido hasta el verano siguiente con el drama del fin de las vacaciones. El lector aprendería como mínimo geografía.


En todo caso la "serpiente" de este verano es el descubrimiento de un cadáver de nuestro viejo amigo "Bigfoot", ese primo nuestro por parte de padre, emparentado con el no menos famoso "Yeti" del Himalaya. Bigfoot no es un invento moderno: parece ser que los indios nativos de la zona del Pacífico del continente norteamericano tienen sus propias leyendas sobre él. Según parece su estatura va de los 2 hasta los 4 metros y lógicamente tiene un tamaño de pie que le permite sostener un cuerpo de este calibre. Esto es muy conveniente pues las únicas huellas de este primo nuestro son, según parece, las de sus tremendos pies aunque, curiosamente, se pueden encontrar fotos de él en ese cajón de sastre que es Internet. Aquí tienen una suya y otra de Nessie. Nessie no ha salido muy favorecida en esta foto: parece más bien un pato. Creo que si Nessie tuviera Internet en su guarida del lago Ness se disgustaría mucho al verla. Bigfoot ha salido algo mejor aunque se le nota cierta flacidez en los muslos y un aire excesivamente humano. Pero bueno... al fin y al cabo es un primo lejano y ¿quién no tiene un primo con pinta menos humana que el "ente" de la foto?

¿A quién no le gusta creer en la existencia de Nessie, el simpático monstruo del Lago Ness, en la existencia de Bigfoot o del Yeti? Debe ser por eso precisamente que nos disgustan las gentes que hurgan en los misterios, tratando de racionalizarlos cuando quizá lo mejor que tengan es precisamente lo contrario: su irracionalidad.

Pero parece que las reglas han cambiado. Hace unos días alguien descubrió el cadáver de nuestro primo Bigfoot en el estado de Georgia - un lugar cálido y francamente a trasmano para un bigfoot que se precie - y, como hombre espabilado que debe ser, nuestro alguien se lo vendió a dos personas que inmediatamente pusieron el notición en su "Web site", convocaron una conferencia de prensa y se pusieron a vender camisetas. Al final Internet no va a ser más que eso: el departamento tecnológico de la industria textil. Hasta aquí todo normal.

Si Ud descubre algún día otro cadáver de Bigfoot le recomiendo que lo encierre en una caja fuerte, convoque la correspondiente conferencia de prensa y se ponga a vender camisetas. Pero guárdese mucho de mostrar el cadáver. Haga como la buena de Sor Lucía, una de las niñas de Fátima: escriba Ud una carta tremenda en la que se descubra el misterio pero que sólo debe abrirse cuando Ud muera. Esto es márketing del más sólido. Venderá Ud muchas camisetas. Pero no pierda de vista que los misterios pierden mucho a la luz del sol. Algo así ocurre con esas películas malas que se empeñan en mostrar al monstruo cuando el terror consiste precisamente en no mostrarlo.

Y ése es precisamente el error que cometieron nuestros dos amigos con el cadáver de Bigfoot: se lo mostraron a los expertos. Al final, resulta que no era tal sino un disfraz de gorila, probablemente "made in China".

Yo seguiré creyendo en Bigfoot, en Nessie y en el Yeti hasta que descubran su cadáver. Ese día, justamente, dejaré de creer. Hay misterios que es mejor mantenerlos en la sombra en donde todo es posible. Sin ir más lejos, la carta de Lucía perdió su poder cuando fue abierta y, desde entonces, ya no vale ni para "serpiente de verano". ¿No les parece?

Un saludo y no se olviden de disfrutar.

Tino

jueves, 7 de agosto de 2008

The Block party.

Sin duda todo el mundo sabe que aquí en los "states" un "block" es el término usado para referirse a las manzanas, una palabra curiosamente usada en España para lo que los argentinos definen más correctamente como cuadras. Claro que en el caso de Buenos Aires - una ciudad espléndida - se entiende porque las manzanas son precisamente cuadradas: alguna mente brillante se anticipó a su época y las delimitó así, a cordel. El caso es que aquí las manzanas son "blocks" y esto viene a cuento de que hoy, cinco de Agosto, se celebra el día del "National Night Out" en todo el país: en este día las calles de este país se cierran al tráfico al atardecer, al menos muchas de ellas, y los habitantes se juntan para cenar en la calle (aquí se cena a las seis) y conocer a sus vecinos. Sólo en la ciudad de Minneapolis, de unos 370.000 habitantes, se celebran hoy alrededor de 1100 "block parties". La iniciativa comenzó como una forma de reforzar la unión entre los vecinos y combatir el "crime", un término ambiguo que en inglés abarca desde robar las peras del vecino hasta... bueno, de ahí para arriba... o para abajo. Pero el caso es que no es una mala iniciativa pues te permite conocer y charlar con los vecinos en lugar de esperar largos años hasta que el vecino de enfrente te devuelva los buenos días como puede ocurrir en otras ciudades.

En esta zona de las "Twin Cities" las manzanas forman rectángulos de unos 200 x 100 metros. Las calles están orientadas de Este a Oeste y las avenidas de Norte a Sur. También orientadas de Norte a Sur se encuentran las calles de servicio que dan acceso a los garajes, situados en la parte trasera de las casas. Estas calles se denominan "alleys", son una de las curiosidades urbanísticas de ciudades como ésta y sirven para todo como la recogida de la basura y elementos reciclados. Esto permite que las calles y la zona al frente de las casas se mantengan limpias. Las calzadas, con amplias aceras arboladas, están construidas unos dos metros por debajo del nivel de los solares de las viviendas, lo que evita que se inunden los sótanos, al menos en teoría.

Este barrio es una mezcla de progres y vecinos mayores que nunca huyeron hacia los suburbios y parecen de lo más amable. Esto es algo de lo que los de aquí se enorgullecen y llaman "Minnesota Nice", término que abarca desde la amabilidad genuina hasta la agresividad pasiva. Claro que puestos a elegir es mejor que sea pasiva que activa. ¿No? En todo caso la amabilidad genuina abunda: nuestra vecina del Sur, la del descapotable azul, limpió de nieve, durante el pasado invierno y por propia iniciativa, nuestro tramo de la acera e incluso llegó a disculparse por no limpiar la escalera de acceso a nuestra vivienda porque no quería invadir nuestra intimidad. Otra práctica normal aquí es presentarse en casa de los nuevos vecinos con algún tipo de regalo para darles la bienvenida al barrio.

Minneapolis vota mayoritariamente a los demócratas aunque eso se verá cuando en unos semanas empiecen a aparecer los carteles de "vota a X" en el césped de delante de las viviendas. Este va a ser un año interesante aquí, porque entre otras muchas razones, en Saint Paul (la ciudad gemela de Minneapolis) se celebrará en Septiembre el congreso del GOP (el partido republicano).

El urbanismo en las ciudades americanas define tres tipos de zonas fundamentales: Residencial, Comercial e Industrial. Las normas son muy estrictas y algunas muy curiosas: por ejemplo en los barrios cercanos a la Universidad de Minnesota el porcentaje de viviendas en alquiler no puede superar un porcentaje definido, para conseguir un equilibrio entre el número de residentes permanentes y el de la población flotante. Otra norma define el porcentaje de casas construidas específicamente para alquiler, con más de una vivienda, lo que, sin duda, permite dar estabilidad a los barrios. Los centros comerciales normalmente se concentran en grandes zonas pero también hay pequeñas tiendas de barrio o pequeños talleres de todo tipo en los cruces de las calles más importantes, lo que te permite acercarte en unos minutos a pie o en bici para adquirir ese ingrediente que se te ha olvidado para la cena.

Esta es una zona llana ideal para las bicicletas, que estos días están por todas partes. Pero de esto hablaremos otro día.

Saludos,
Tino