lunes, 3 de enero de 2011

Libros, "bestsellers" y literatura

"Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en señal de que lo haría; pues ella estaba por morirse y yo en plan de prometerlo todo".... "Yo imaginaba ver aquello a través de los recuerdos de mi madre; de su nostalgia, entre retazos de suspiros. Siempre vivió ella suspirando por Comala, por el retorno; pero jamás volvió. Ahora yo vengo en su lugar. Traigo los ojos con que ella miró estas cosas, porque me dio sus ojos para ver"

Así empieza, "Pedro Páramo" la obra maestra de Juan Rulfo. Es difícil controlarse, después del primero párrafo, y no leerse de un tirón una obra maestra como ésta. Lo mismo ocurre con García Márquez y con muchos otros autores. Este tipo de obras forma parte de lo que llamamos "literatura", sobre todo cuando ya ha pasado la prueba de los años.

Claro que la literatura no da dinero porque la mayor parte de las obras maestras no están protegidas por los derechos de autor. Así que las editoriales, que tienen que ganarse la vida como cualquiera de nosotros, tienden a publicar lo que llamamos "bestsellers".

Los "bestsellers" se presentan en diversas variedades, aunque éstos son los más frecuentes:

- Obras de personajes célebres - por actividades ajenas a la escritura - a los que un día les da por escribir un libro: "bestseller" seguro.
- Autores noveles que conocen el oficio y han publicado ya alguna obra menor.
- Autores consagrados a los que se le solicita una novela que "con una gran probabilidad resultará ganadora".

En todo caso el "bestseller" tiene que tener un número suficiente de páginas para dar la impresión de que el lector obtiene algo a cambio de su dinero. Un libro de 100 páginas puede ser una obra maestra de la literatura, pero en ningún caso puede ser un "bestseller". Para ello se necesitan al menos 400 páginas y mejor aún 600. Desgraciadamente suele ocurrir... que el autor, que probablemente podría haber escrito una excelente historia con 100 ó 200 páginas se siente obligado a rellenar el resto con lo que comúnmente se denomina "paja". El sufrido lector acaba totalmente perdido e inevitablemente abandona la lectura del libro, sobre todo si la paja se acumula al principio del libro.

Una faceta muy importante para crear un "bestseller" es la estrategia de venta. En España, un premio literario es el lugar más común para el nacimiento de un "bestseller". Pero no es condición suficiente: es imprescindible que los críticos literarios apoyen el nacimiento de la criatura con un párrafo que incluya al menos una de las siguientes expresiones: "talento narrativo", "Un clásico contemporáneo", "esplendoroso", "deslumbrante", "cautivador". Es fundamental, también, que estos párrafos gloriosos estén impresos en un gran diario como "The New York Times", el "Daily Telegraph" o "El Mundo" o que al menos vayan firmado por algún otro autor de "bestsellers". Estas citas cuestan dinero, pero el gasto merece la pena. Una vez hecha esta inversión el editor incluye estas citas en la contraportada del libro de modo que el lector se sienta abrumado por la acumulación de tanta frase gloriosa y acabe comprando el libro.

¿A qué viene todo este comentario? Pues resulta que he intentado leer uno de estos "bestsellers"; en este caso publicado en España en el año... - ¿qué importa? - y el caso es que, después de mucho sufrimiento, incluso después de haber tomado algunas notas para no perderme, apenas he conseguido llegar a la página 200. Y justo en ese momento he abandonado la lectura... sin realmente haber conseguido enterarme de nada. No hay nada tan triste como una historia que - después de tanto esfuerzo - no tiene una dirección concreta o que, al menos de vez en cuando, incluya una frase que te emocione y te anime a continuar.

Así que si alguno de Uds se decide a escribir un "bestseller"... por favor dejen la paja para el final. Así si el lector decide abandonar la lectura se habrá enterado al menos de la historia. O aún mejor... ni lo intenten: conténtese con escribir literatura. Juan Rulfo escribió 2 libros en su vida y los dos realmente breves. Pero figurará para siempre en los tratados de literatura.

En todo caso, los tiempos están cambiando. ¿Cuándo tardarán las editoriales en entrar en crisis como les está ocurriendo a la prensa? ¿Quién "guiará" entonces al lector para elegir sus libros? ¡Ah...!¿...?

Un saludo

Tino